Ayuquelen (página para adultas mayores de 18 años)

La Colectiva Lésbica Feminista Ayuquelen es la Colectiva Lésbica más antigua de Chile, que agrupa a mujeres adultas (mayores de 18 años) y que continúa realizando activismo político lesbofeminista hasta el día de hoy.

5.2.06

PONENCIA III ELTA


Hola, buenas tardes, lesbianas, Buenas tardes mujeres:

Ayuquelén significa en lengua nativa , estar contenta, estar alegre, y nosotras, en estos momentos, estamos contentas de haber sido invitadas a este encuentro y poder compartir con ustedes nuestro intento artístico- científico de existir como lesbianas

Porque para poder vivir tranquilamente el cotidiano en este mundo, hay que ser artistas y científicas. Artistas para crear nuestros propios modelos de vida , y científicas para vivirlos con precisión.

Cuando hablamos de crear nuestros propios modelos de vida, no solo nos referimos al quehacer diario que realizamos todas para subsistir económicamente sino que a todos los ámbitos de acción humanas, que participan de nuestro ideario como son el amor, la amistad y el quehacer político.

En este sentido, y haciendo referencia al tema de este foro, Lesbianas a la luz; destrucción de closet y/o im posibilidades subversivas del boom mediático, queremos señalar algunos aspectos que nos parecen relevantes para distinguir con mayor precisión los conceptos de salir a la luz y la vivencia del closet. Intentando, además, identificar signos de construcción de identidad desde lo personal a lo colectivo.

Todas hemos experimentado la vivencia al interior del closet. Desde nuestros primeros momentos del “darnos cuenta” hasta que asumimos en totalidad nuestro ser lésbico y, entonces, cuando miramos desde allí nuestra relación con el resto de la sociedad, y llevamos a la práctica esa manera de ser, empezamos a ver con más claridad y con más fuerza la opresión que el sistema instala. Esa opresión y el impulso por vencer el miedo a las sanciones del sistema son las que originan el movimiento lésbico.

La energía creativa puesta al servicio en el tejido de redes de apoyo en los grupos son las unidades estructurales de un movimiento que, podría ser capaz de dar la utopía de la justicia a un mundo dormido., como dice Serrat “ Ay utopía, cabalgadura ,que nos vuelves gigantes en miniatura”

Nos definimos como autónomas, transgresoras y creativas, al actuar y describir una identidad amorosa política, para proteger y potenciar el amor entre mujeres.
Hacemos nuestra la invisibilidad activa, en términos de ocultar la identidad cívica para manifestar en lo público la identidad lésbica.

Consecuente con ello, Ayuquelén desde sus inicios ha realizado intervenciones en lo público, sensibilizando y manifestando nuestra existencia a través de ponencias, rayados murales, y un sinfín de entrevistas en los medios escritos, ocultando, casi siempre, el rostro de sus integrantes.

Porque no queremos que nos vean, pero si que nos escuchen. Extraño deseo este , en un mundo devorador de imágenes y sordomudo a conveniencia.

Parte de nuestra rebeldía es, entonces, enseñarles a escuchar.

Y .si nos escuchan, ¿qué les diremos?
... que no nos gusta que nos digan mariconas? Marimachos?

Les diremos lo que no nos gusta, o lo que nos gusta?

¿Les diremos lo que quieren escuchar o los remeceremos con argumentos directos?

Les exigiremos que nos den un espacio para hablar? O hablaremos desde nuestro espacio?

En esencia la salida o no del closet, es un ejercicio de diálogo con el mundo heterosexual, la decisión de dialogar o no, es una opción personal, mediada por los procesos internos de cada una.

La instancia de intervención social a través de lo político es un poder grupal.
Poder que se construye con aquellas que han elegido, eligen y seguirán eligiendo dialogar con el mundo heterosexual.

Desde una perspectiva actual y en la realidad local a la cultura occidental, el mundo heterosexual sigue siendo el patriarca, a quien no le seduce una r lesbiana que puede transformarse en su rival porque, entre otras cosas, no está emocionalmente ligada a ningún hombre. Esto, mirado desde la lógica de la competencia.

La mujer heterosexual, que acepta esta perspectiva, acepta en lo íntimo, el rol de amante del patriarca. Mujer clásica, obsesionada con el orden iluso promovido en los cuentos infantiles para la felicidad. Aún le teme a dios y una lesbiana es una enviada del demonio para poner a prueba su espiritualidad.

El mundo heterosexual son también mujeres y algunos hombres despiertos que desean crecer y para ello relacionarse, conocer y compartir experiencias con las historias marginales.

La apertura que en los últimos años ha mostrado el mundo heterosexual hacia el mundo homosexual, es de cierto cuidado, aún cuando muestra cierto grado de “tolerancia” impensable hace algunos años atrás, no hay que olvidar las artimañas del sistema. En particular su impulso de clasificar para producir conductas pre-definidas y aceptadas bajo el nombre de “conductas moralmente aceptables”.

Si bien en una primera impresión podemos ser amenazantes al sistema, también podemos ser vistas desde la perspectiva de las leyes del mercado, como productos de consumo para el morbo popular y el rating, o como una fuerza productiva de alto nivel que el mercado añora o bien como un mercado de recursos económicos disponibles, considerando la forma en que construimos familia . Tal vez sirvamos para todo.

En el supuesto ideal de que el sistema nos vea como sus cómplices y no como sus enemigas, en el supuesto que el sistema quiera vernos y escucharnos. Y, que nuestra intención, sea dialogar con el poder dominante para exigir respeto a nuestra condición sexual.

De ser un tema muy íntimo, por su prohibición, se transforma en un tema público, Y nosotras, por oponernos a esta negación, lo transformamos en un tema político.

La fuerza poética del lesbianismo es su vertiente de subversión. Y esa poética emana del amor erótico entre mujeres.

Desde esta perspectiva, nuestra rebeldía es hacia un medio que niega el desarrollo erótico.

Debemos distinguir, entonces, cómo está instalada la negación. En nuestro caso se instala en la ignorancia de la otredad, en la más cómoda de las ignorancias : el mundo es lo que vemos. Y si no vemos mujeres besándose en las plazas o de la mano en las calles., entonces no existen.

Nosotras hemos vivenciado en algún momento, esa experiencia, la de dudar si existen otras lesbianas y la impresionante emoción al encontrarlas.

De alguna manera somos arrastradas por un sentimiento de impotencia al descubrir que nuestra manera erótica relacional es prohibida en la historia del hombre.

Y ante esto, no quiero dialogar . quiero gritar que soy lesbiana porque me da la gana.

Existen muchísimas posibilidades de que ese grito despierte temores y que la respuesta rápida del miedo a lo desconocido sea acallarlo, después de todo, aún hay quema de brujas, sólo que hoy es más sofisticada.

La famosa y eficiente acción de dominio sistémico: dividir para gobernar, está en su máximo apogeo en nuestro medio. Prueba de ello es la desconfianza generada por un extraño juego suicida: de quién se caga primero a quien,.

Y la competencia esencial asociada es, quién es el más vivo, asumiendo el daño al otro como legítima defensa,

Esto no es más que asumir un mundo siempre mal intencionado. Dónde no solo están en crisis las instituciones que gobiernan lo público, sino que también las emociones que sostienen lo privado.

La epidemia del desencanto empieza a mostrar sus síntomas y, es tan grave, que hasta el optimismo se considera de mal gusto.

Nuestra manera de amar, en las sombras, nos entrenó en la aplicación de una fina sensibilidad para sobrevivir en un mundo ciego. que se vanagloria de su visión.
Nosotras, por el amor de una mujer, vencemos el miedo y si hay que amarse, nos amamos. Y nos conocemos y vivimos juntas la experiencia de declarar o no declarar este amor a quienes nos rodean .

La manera en que lo haremos es un diseño intuitivo político. La capacidad de aprendizaje individual y el impulso por hacer crecer el “yo” y formar el “yosotras” es un diseño para la producción de conocimiento sobre la ruta que hay desde lo individual a lo colectivo. Emociones duras y emociones blandas.

Lo que se dice que está en las “sombras” son historias de amor y conocimiento. Encuentros y desencuentros. Conclusiones, dudas y certezas. Recuerdo y olvido. Lujuria y ternura.

Hacemos aquí en las sombras, aportes sentimentales a familiares y amistades, aportes de oficio y /o profesionales a la sociedad civil. En las sombras hay vidas construidas.

Pero, no sólo la vida de las lesbianas ocurre en las sombras, sino también las vidas de todas y todos los heteros que no participan de la connotación pública. Con esas personas , con las que compartimos las sombras, es con las que hacemos una política directa y evaluable.. Es allí donde ocurre la compleja relación de afectos y respetos. Es allí donde nos atrevemos a contar el secreto, también donde más duele el rechazo.

Estar en las sombras es lo más habitual en nuestro actual modo de vida social, lo público es lo extraordinario. Lo público son algunas personas negociando a nombre de otras. Lo público muestra al representante de las sombras.
La democracia es para eso.

Mirado de este modo podemos observar las acciones lésbicas públicas como instancias representativas de nuestra condición y ofrecemos nuestras felicitaciones y respeto a quiénes lo han hecho a través de la historia. Corazones valientes, sus esfuerzos muestran sus frutos, así, esta conversación nos instala a distinguir si deseamos o no utilizar los medios de comunicación como instrumentos para hacernos visibles y contar cómo se sobrevive a un amor prohibido. Cómo se rompe el hechizo Romeo y Julieta. Cómo no fuiste nunca bella durmiente, tal vez, Cenicienta, pero, bella durmiente , nunca.

Contar que hicimos la primera vez que tuvimos una mujer en nuestros brazos y diremos “no la tuvimos” “Nos tuvimos”. Ella tuvo mis pezones y yo tuve los de ella. Yo exploré la profundidad de su vagina y ella exploró la mía. Mis manos y sus manos se transformaron en órganos sexuales netos. Nuestros clítoris se besaron con obsesivo entusiasmo y nuestras bocas , nadando de lengua en lengua, navegando en abundante saliva, provocando, la mejor droga que el cuerpo al relacionarse con otra, produce : el Placer.

Tal vez, sólo tal vez, nos pregunten, Si alguna vez tuvimos dudas.
Y recordaremos el misterioso camino de las sombras.
Y reconoceremos el valor de la duda como instrumento existencial. La duda es otro de los nombres que tiene la inteligencia.

Tal vez recordemos a algún pololo que nos otorgó cierto descanso sentimental y nos hacía pública frente a la otredad que ya se preguntaba porqué no salíamos con un hombre.

Tal vez, sonriamos y digamos que sí. Que este mundo presentaba una extraña relación entre lo que quería y lo que hacía. Y para conocer esa estructura había que aprender a manejar hábilmente el peligroso instrumento de la duda.

Precioso instrumento que provoca la creatividad ¿Cómo lo haré?
Peligroso porque se nos pueden ocurrir miles de maneras y no ocupar ninguna.
Peligroso porque llega un momento en que dudas de todo. Dudas de tus propias
Convicciones. Luego, viene la ansiedad por las certezas. Es visible lo que la incertidumbre provoca en lo social : pérdida del sentido.

La necesidad del sistema es de tonalidad emocional. La caída de la razón como único instrumento para acceder a la verdad , ha despertado el interés y vivo entusiasmo por las emociones.

Las ciencias dedicadas al estudio del comportamiento humano han coincidido en señalar que las emociones son el motor de la humanidad. Emoción, acción y pensamiento sería la articulación existencial humana.

Yosotras, las lesbianas, somos emocionalmente distintas al mundo heterosexual, y aunque nos creamos emocionalmente iguales al mundo homosexual, nuestra participación en la igualdad, con el mundo gay, tiende a repetir los mismos vicios conductuales de la relación hombre-mujer producidos por el manejo inadecuado y costumbrista de la ilusión del poder. En otras palabras, tiende a reproducir el modelo patriarcal que oprime a mujeres en general, independiente de su condición sexual.


En este sentido, es importante rescatar nuestras diferencias, basadas en el hecho de tener que superar las desventajas sociales de ser mujer, para luego desarrollar nuestra potencialidad como lesbianas.

Así, rescatamos el valiosísimo aporte de las lesbianas que han elegido estar allí, en lo público como ejemplar escaso y casi único de la existencia lésbica, proponiendo un amor distinto, sirviendo de referente vivo a todas aquellas que están en el camino.

Esta ventanita que muestra a los demás, lo que nos pasa con nuestra intimidad , provoca cosas, llama la atención, pero por sobre todo , provoca.

Tal vez, a algunos les estimula, poderosamente la imaginación, conocer la emoción, acción y pensamiento de las lesbianas. Ver liberado el gesto de lo prohibido.

Tal vez a otros les despierte compasión.

Tal vez a otros les despierte inquietud sobre su propia identidad sexual.

Tal vez a otras les despierte la valentía de vivírselo.

Tal vez a otras les despierte la osadía de conocerlo.

Tal vez a otros les despierte el terror del descontrol.

Tal vez a otros les despierte el monstruo discriminador.

Tal vez a unas y otras y a unos y otros les despierte una especie de nostalgia por las utopías.

Lo desconocemos, pero sí afirmamos que, las utopías nacen de la sed de justicia. Sed, que hace divagar sobre igualdades y diferencias. Nuestra utopía emerge de una sed de justicia existencial. que se devela al emerger la relación lésbica como factible. Real y comprobable en las experiencias de decirlo, de contarle a alguien

La cultura mapuche define al conocimiento como el impulso de la palabra por asir lo hasta ahora innombrado. Y la adquisición del saber y del conocimiento se realiza mediante el Inazwan o “el cuidado en el decir”, el Rakizwam, que es el pensamiento y el Kimvn que es el saber .

Así descrito , creemos que , existiendo las posibilidades de ocupar los canales de comunicación que se están abriendo, cada grupo o lesbiana debe decidir sí los usa o no. Y que de usarlos, es preciso y necesario considerar que cada intervención en lo público debe tener un objetivo claro de crecimiento para la comunidad,
Esta exigencia es primordial y necesaria, si realmente lo que queremos es la aceptación y el respeto y no sólo convertirnos en factores de raiting o ser parte del sensacionalismo.

Nuestras necesidades y carencias son reales, tanto en lo social como en lo legal. Nombrarlas es hacer una lista muy larga, partiendo por los derechos legales de los bienes conjuntos, por la imposibilidad de acceder como pareja en planes de salud, por el riesgo de acceder a cargos públicos al tener “techado de vidrio”, por el riesgo de perder la tuición de los hijos, etc. Se pueden nombrar muchas necesidades que de una u otra forma condicionan nuestro derecho a desarrollarnos en una sociedad libre y tolerante.

En este sentido destacamos el enorme valor que han adquirido la existencia de las páginas web y programas de radio lésbicos quienes se han instalado con verdadera autonomía , provocando en nosotras el exquisito sabor del orgullo.

Nuestros deseos al venir aquí son de encuentro.
Encontrarnos para develar juntas el misterio de las sombras y el estremecimiento de lo público.

Y que ese develar sea el ejercicio práctico para el aprendizaje de una política que fortalezca al movimiento y lo haga emerger como un certero instrumento para la erradicación de la discriminación por ignorancia.

El primer desaliento lésbico, producido por no entender porqué se prohíbe el amor, Se intensifica al comprobar que el hombre no sólo prohíbe el amor, sino que , además, promueve el odio y estimula la violencia.

Esto lleva a una honda respiración, de la cual nacen las fuerzas para provocar los cambios, cambios que pueden verse graficados aquí, ahora, en esta importante acción convocada por LESBIANAS, LESBIANAS, así con mayúscula. Para ellas, las organizadoras de este tercer encuentro, nuestros profundos agradecimientos por haber puesto su energía y trabajo al servicio del arte y del crecimiento del movimiento lésbico.
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Desde las sombras que lejos de ser silencio, es alternativa de acción, desde la invisibilidad activa como parte de nuestra esencia, de la magia de nuestro aquelarre, la colectiva lésbica feminista Ayuquelen agradece la invitación y oportunidad de aportar a la reflexión y discusión en pos del fortalecimiento del movimiento lésbico.

1 Comments:

  • At 3:42 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Amigas del Ayuquelén:
    Estuve en el ELTA, y espero asistir a los que vendrán...con respecto a su intervención, la música que aompañó el aquelarre de las palabras fue marea movilizadora de futuros pensamientos, actitudes y actuales compromisos.

    Gracias.

     

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